Al abrirse el telón, aparece en escena una bailarina ataviada con un traje confeccionado con preciosas telas que caen con una gracia casi etérea. Con destreza impecable, la bailarina ejecuta cada movimiento de su coreografía. Cuando va a hacer el paso más importante del número, confía en que la lesión del mes pasado no vuelva a dar la cara. Y no lo hace, menos mal…. Finalmente, culmina su actuación con la misma perfección que demostró en los últimos ensayos.
Ella, en el centro del escenario, respira agitada por el esfuerzo, pero respira por la boca mientras sonríe al público que se levanta y estalla en efusivos aplausos.
Pero en esta situación que podría ser perfectamente real, ¿quién recibe los aplausos? La bailarina, efectivamente. Es quien ha ejecutado el número delante del público. Pero, ¿quién está detrás de un bailarín? ¿quién debe recibir también parte de esos aplausos?
Cuando presenciamos la gracia y el virtuosismo de un bailarín en el escenario, es fácil olvidar el equipo de profesionales que trabaja incansablemente detrás de bambalinas para hacer que ese momento mágico sea posible. Desde los coreógrafos hasta los entrenadores físicos, pasando por los diseñadores de vestuario y los fisioterapeutas, cada uno desempeña un papel crucial para que ese bailarín, que acabamos de ver bailar en todo su esplendor, nos haya deleitado con su arte.
En este artículo, exploraremos el mundo de los profesionales que colaboran con los bailarines, cuya dedicación y experiencia son fundamentales.
Maestros: Mentores y guías del arte.
Los maestros son figuras fundamentales en la formación y el desarrollo de los bailarines. A través de su experiencia y conocimiento, transmiten las técnicas y los principios fundamentales de la danza, así como la historia y la tradición de este arte. Su orientación y apoyo son cruciales para ayudar a los bailarines a crecer y prosperar en su carrera.
Todos los maestros que influyen a lo largo de la carrera de un bailarín son significativos, desde aquellos que inicialmente detectan el potencial en nuestro artista hasta aquellos ampliamente reconocidos que enriquecen su currículum profesional. ¿Quién os creéis que dio el truco de sonreír con la boca abierta al final del show para respirar mejor? Sí, Don Anselmo, el profe enrollado que preparó la actuación de fin de curso de primaria. Don Anselmo también está detrás de nuestro gran bailarín.
Coreógrafos: Los Arquitectos del Movimiento
Los coreógrafos son los visionarios detrás de las obras de danza, encargados de crear y estructurar las secuencias de movimientos que dan vida a la música. Su capacidad para combinar pasión, técnica y creatividad es fundamental para para el éxito de cualquier actuación. Trabajan estrechamente con los bailarines, ayudándoles a interpretar sus visiones y a perfeccionar cada movimiento hasta alcanzar la perfección.
Diseñadores de Vestuario: Creando Imágenes que Hablan
Los diseñadores de vestuario son los encargados de dar vida a los personajes y las emociones de una obra a través de la ropa. Desde elegantes tutús hasta deslumbrantes trajes de época, su creatividad y habilidad técnica son fundamentales para crear la atmósfera adecuada en el escenario. Trabajan en estrecha colaboración con los directores artísticos, los coreógrafos y los bailarines para garantizar que cada pieza de vestuario sea funcional, cómoda y visualmente impactante el éxito de cualquier actuación. Trabajan estrechamente con los bailarines, ayudándolos a interpretar sus visiones y a perfeccionar cada movimiento hasta alcanzar la perfección.
Directores Artísticos: Guías de la Visión Creativa
Detrás de cada compañía de danza exitosa hay un director artístico que actúa como el cerebro creativo detrás de las producciones. Responsables de establecer la visión artística y seleccionar el repertorio, trabajan en estrecha colaboración con los coreógrafos, los diseñadores y los bailarines para garantizar que cada producción sea un éxito. Su experiencia y liderazgo son fundamentales para mantener la integridad artística de la compañía y para inspirar a los bailarines a alcanzar nuevas alturas en su arte.
Entrenadores Físicos: Forjadores de Cuerpos y Resistencia
Detrás de cada bailarín excepcional hay un equipo de entrenadores físicos que los ayudan a desarrollar fuerza, flexibilidad y resistencia. Estos profesionales diseñan programas de entrenamiento personalizados que se adaptan a las necesidades específicas de cada bailarín, ayudándolos a superar sus límites y a alcanzar su máximo potencial. Es importante que los bailarines elijan actividades que complementen su entrenamiento de danza sin poner en riesgo su salud o aumentar el riesgo de lesiones. Cada estilo de danza tiene unas exigencias físicas diferentes, por lo tanto, es crucial que los bailarines se sometan a un entrenamiento que se adapte a las demandas específicas de su estilo de danza. Si bien es cierto que en sus entrenamientos no debe faltar el trabajo de fuerza, flexibilidad y cardiovascular, es fundamental que estos sean siempre dirigidos por entrenadores profesionales.
Fisioterapeutas: Guardianes del Bienestar Físico
La danza es una forma de arte físicamente exigente que puede llevar a lesiones si no se practica con cuidado y atención. Es aquí donde entran en juego los fisioterapeutas, cuya experiencia en el tratamiento y la prevención de lesiones es invaluable para los bailarines. Desde el tratamiento de lesiones agudas hasta la creación de programas de rehabilitación personalizados, su objetivo es garantizar que los bailarines puedan seguir realizando su arte de manera segura y saludable durante muchos años.
Nutricionistas: Cuidadores de la Salud y el Rendimiento
Los nutricionistas juegan un papel vital en la vida de los bailarines, asegurando que reciban los nutrientes adecuados para mantener su salud y rendimiento óptimos. Trabajan en estrecha colaboración con los bailarines para desarrollar planes de alimentación personalizados que satisfagan sus necesidades específicas, teniendo en cuenta el riguroso entrenamiento físico y las demandas energéticas de la danza.
Psicólogos: Guardianes del Bienestar Mental
Los psicólogos desempeñan un papel crucial en el bienestar emocional y mental de los bailarines. Ayudan a los bailarines a lidiar con el estrés, la ansiedad y otros desafíos mentales que puedan surgir durante su carrera. También pueden proporcionar técnicas para mejorar la concentración, la motivación y la autoconfianza, contribuyendo así al éxito y la satisfacción en el mundo de la danza.
En conclusión, la danza es mucho más que lo que vemos en el escenario. Al final, aunque solo haya una persona dándolo todo y claro que sí, también disfrutando del escenario y del público (que sensación tan bonita…), lo que está viendo el público en ese momento, en el fondo, es un trabajo de equipo.
Esperemos que la próxima vez que aplaudamos efusivamente a un bailarín, pensemos, aunque sea un poquito, en el trabajo que hay detrás.
Porque en el mundo de la danza, sea la disciplina que sea, siempre hay una gran ohana.
Cinthia Degabi Makahikina.
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